OPINION PERSONAL
NO me gusta la frase de María Montessori, que decía algo así como:
Si no queremos darle a un bebé o a un niño pequeño un vaso de cristal es porque
valoramos más el vaso que el proceso de aprendizaje del niño.
Primero quiero aclarar que admiro y respeto a María Montessori, pero eso no significa que comparta todo lo que haya dicho o hecho. Por ejemplo, quién me conoce sabe que fomento y recomiendo la habitación Montessori.
Quizás hace aproximadamente un siglo, cuando María Montessori declaraba su famosa frase del vaso, tendría todo el sentido, pero considero que actualmente esa frase ya no debería seguir repitiéndose indiscriminadamente. A la fecha no conozco a nadie que valore más un vaso que el aprendizaje de su hijo. Lo que seguro si valoran más es su integridad física. El problema no es darle un vaso de vidrio a un niño, sino la frase.
¿Por qué no me gusta esa frase?
Porque es una declaración que hace sentir culpable a quienes prefieren utilizar un vaso de plástico o de metal en vez de uno de vidrio, pues consideran que el vidrio podría ser peligroso para sus hijos.
La mayoría de las personas no tienen ni idea quien fue María Montessori, ni saben que ella fue la que dijo la frase (no saben cuándo la dijo ni en qué contexto), pero la presión social los obliga a utilizar los vasos de vidrio en contra de su voluntad. Son señalados como malos padres por no permitirle a sus hijos experimentar con un vaso de vidrio.
Tarde o temprano, todos los niños llegarán a utilizar vasos de vidrio, pero cada niño a su debido tiempo, a criterio de sus padres. No creo que entre más temprano les demos vasos de vidrio, mejor será su aprendizaje. El gran problema de la frase es que está redactada de tal manera que hace sentir mal a los padres que no la obedezcan. La frase debería ser más amable y estar redactada de manera que sea un consejo y no un señalamiento.
Desde 2013 trabajo en seguridad infantil y en estos años he conocido de muchos accidentes infantiles por utilizar vasos de vidrio. Niños cortados en manos, pies, cara… con lesiones permanentes en tendones, pérdida de visión, cicatrices de por vida, entre otros. Todo por quizás haber utilizado vasos de vidrio antes de tiempo o en un contexto donde sería mejor utilizar otro material. MONTESSORI NO ES PARA TODO EL MUNDO.
Mi opinión personal y recomendación es que los padres decidan libremente cuando y en qué etapa del niño darle vasos de vidrio, sin presión de la frase de María Montessori o de quienes se creen “mejores padres o madres” por darle vasos de vidrio a sus hijos y miran por encima del hombro a aquellos que utilizan vasos irrompibles.
Admiro, respeto y promuevo la pedagogía Montessori, pero voy en contra de la moda Montessori y de quienes se creen una “especie humana superior” a quienes no practican Montessori.
