Hola Eduardo, buenos días.
Quería dejarte un gran, gran, gran mensaje de agradecimiento. Hace unos meses recibimos tu asesoría para la compra de dos sillas para mi hijo de 1 año y mi hija de 6 años. Te compramos una Chicco para mi hijo, y fuiste muy honesto al recomendarnos comprar la otra en otro sitio por el precio que estaban dando.
Bueno, ayer estuvimos en una accidente de tránsito. Un carro a altísima velocidad nos estrelló de frente y por poco terminamos en un árbol.
El accidente fue aparatoso y fuerte pero mis hijos, en su parte física, no lo sintieron. Ambos iban en sus sillas. Los pudimos sacar rápido y salieron sin un rasguño. Muy afectados emocionalmente por el susto y el impacto, pero su parte física está intacta.
Yo perdí la cuenta de cuantas personas me dijeron que era una exagerada por comprarle silla a mi hija mayor, que era un “desperdicio de dinero”, que yo estaba Loca por pagar por esas sillas tan “costosas”, que uno no manejaba para estrellarse… Muchas cosas me dijeron pero hoy, después de haber estado en el accidente agradezco tanto haber optado por recibir tu asesoría, por conocer tu cuenta, por haber puesto la seguridad de mis hijos por encima de las opiniones de los demás, y haber tenido la convicción que estábamos haciendo una inversión, no un gasto.
Hoy todos me dicen “Que buena compra”, “valió la pena” y puedo decir con toda propiedad “se los dije!”
Hoy veo a mis hijos totalmente sanos y bien, y no puedo dejar de agradecerte por tu constante misión de educarnos, de tu incansable esfuerzo por hacernos conscientes y por todo el conocimiento que nos das.
Eduardo, tu misión vale oro! Gracias a tu conocimiento y educación hoy mis hijos están bien y estamos disfrutando nuestras vacaciones, todos juntos. El carro se recuperará, pero la vida no nos la devuelve nada.
Carolina Flaker


